Wuhan omite los NFT de su plan metaverso.
Al pesar de que la ciudad china de wuhan habría desechado sus planes de aspirar a los tokens no fungibles (NFT) en medio de la creciente incertidumbre regulatoria en torno a las criptomonedas y las tecnologías relacionadas a la Web 3.0 en el país, Wuhan anunció por primera vez sus planes de apoyo al metaverso y a los NFT tras el brote del coronavirus como medida para impulsar su economía arruinada por la pandemia.
El proyecto para el desarrollo de la economía del metaverso de la ciudad incluía una línea sobre los NFT. Sin embargo, esa parte se ha omitido en la última versión, según una nota del South China Morning Post. Según el informe, señala que la versión revisada sigue animando a las empresas a centrarse el la descentralización y en la Web 3.0, pero no hace mencion a los NFT.
Con el nuevo plan, Wuhan pretende fomentar más de 200 empresas centradas en el metaverso y construir al menos dos polígonos industriales para este mismo fin hacia 2025.
De la misma forma el gobierno chino pretende prescindir de todo lo que implique el intercambio de propiedades digitales o tokens. Varias ciudades chinas, entre ellas la capital, Pekín, y Shanghái, han anunciado planes de innovación del metaverso, pero cualquier empresa privada o gigante tecnológico relacionado con los NFT se ha enfrentado a la hostilidad del gobierno.
A principios de año, China pretendía separar los NFT de las criptomonedas en un intento de ayudar a que el sector creciera a pesar de las prohibiciones. Esto dio lugar a un pico de interés entre las comunidades chinas, puesto que el mercado de NFT de Opensea se vio inundado de anuncios de Shanghái durante los encierros por el COVID-19.
Sin embargo, a su vez también aumentó el número de actividades fraudulentas, lo que llevó a varias advertencias gubernamentales a los inversores contra el comercio de NFT.
China fue muy firme en su postura sobre el uso de criptomonedas en el país y finalmente impuso una prohibición general en 2021 tras varios años de numerosas restricciones. Sin embargo, la postura del gobierno sobre las tecnologías emergentes Web 3.0, no parece del todo clara por el momento.